Sólo deseo que en mis brazos te pueda tener,
para enseñarte sin palabras que es el querer.
No dejo de soñar con el precioso día,
en el que, como hoy, me vuelvas a besar.
Un boli sin tinta no escribe y mi corazón sin ti no vive.
Sólo te besé una vez, pero cuando pienso en tus labios, mi boca me sabe a miel.
Verte tan inalcanzable hace mi corazón añicos,
a mis ojos llorar y a mi alma sufrir,
pero todo me vale por la esperanza de amarte algún día,
que es lo que da la razón a mi existir.
Te quiero más que a mis ojos,
más que a mis ojos te quiero,
pero también quiero a mis ojos,
porque mis ojos fueron los que te vieron.
Tendida sobre mi lecho pienso en ti,
deseo sentir tus labios, tus caricias, tu pasión...
Eres mi vida, mi amor. Sin ti dejaría de latir mi corazón.
Tendrás más amores que flores tiene un almendro,
pero ninguno te quiere como yo te quiero.
Tú eres la flor de mi vida, eres la flor de mi amor,
eres el chico de mis delicias, eres el chico de mi corazón.
Tus ojos son las luces que me alumbran el camino;
el día que los cierres, me moriré en un suspiro.
Un beso sale del alma, llega hasta el corazón
y lo esperamos en la boca como símbolo de amor.
Un día sin verte es duro; una semana, más; pero más duro es verte y no poderte besar.
Una noche miré al cielo y pregunté por mi destino: las estrellas se agruparon y formaron tus apellidos.
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