jueves, abril 23, 2009

Desengaños, Despedidas 5

Al despertar, tú.
Al desayunar, tú.
Al colegio, tú.
Al comer, tú.
Al merendar, tú.
Al cenar, tú.
Al acostarme... ¡eh!,
quita de la cama.
 
Amar sin ser amado
es como limpiarse el culo
sin haber cagado.
 
Cada vez que te veo,
me recuerdas a un hospital:
no por tu cara de médico,
sino porque allí te veo trabajar.
 
Cada vez que te veo
me recuerdas al mar:
no porque te quiera,
sino por tu cara de calamar.
 
Con cachondeo y pitorreo
este cacho yo te estropeo.
 
Con cariño y simpatía,
que te aguante tu tía.
 
Creí que contigo
me sentiría en un paraíso,
pero lo único que sentí
es que me caía de un quinto piso.
 
Cuando pasé por tu puerta
me tiraste una flor.
La próxima vez que pase,
¡sin maceta, por favor!
 
Cuando vayas por la calle
y te echen un piropo,
llama a una ambulancia,
que ese tío está requeteloco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario