viernes, septiembre 16, 2011

Lágrimas III

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
(Biblia, Salmos, 126)

Yo lloro, tú lloras, todos lloran. Este es el verbo que cada cual sabe y debe conjugar sin necesidad de ninguna gramática. La desgracia es una gran maestra para todos.
(Carlo Bini)

Una lágrima fue concedida a la alegría y otra lágrima a la desventura; la primera refresca y la otra arde como lava.
(Carlo Bini)

Es peligroso abandonarse a la voluptuosidad de las lágrimas; nos priva del valor, a la vez que de la voluntad de curarnos.
(H. F. Amiel)

El hombre llora; he ahí su hermoso privilegio.
(Jacques Delille)

Las lágrimas, por sí solas, enseñan a arrepentirse de los propios fallos y a sentir los de los demás; a verter un poco de aceite y miel que tenemos en el corazón sobre las llagas de la humanidad.
(Ugo Foscolo)

Las lágrimas son el sagrado derecho del dolor.
(Franz Grillparzer)

Las lágrimas constituyen el noble lenguaje de los ojos, y cuando no encuentra palabras el verdadero amor, los ojos hablan con las lágrimas, mientras la lengua permanece muda.
(Robert Herrick)

Después de su sangre, lo más personal que puede dar el hombre es una lágrima.
(Lamartine)

Una lágrima es más elocuente que cualquier palabra. Una lágrima tiene sumo valor: es la hermana de la sonrisa.
(A. de Musset)

También existe un placer en el llanto.
(Ovidio)

Las lágrimas se secan mezclándolas.
(F. Pananti)

Los más agraciados se atreven menos a llorar que los demás.
(Racine)

La lágrima de la congoja es solamente una perla de segunda agua, mientras que la lágrima de la alegría lo es de primera.
(J. P. Richter)

Quien desee recoger lágrimas, que siembre amor.
(Schiller)

¡Oh, padre, qué infierno de brujería se esconde en la pequeña órbita de una sola lágrima!
(Shakespeare)

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